Este lugar me queda perfecto. Tiene wifi, recepción 24 horas y aire acondicionado, ideal para descansar. Recuerdo que en mi primera estadía, el personal me ayudó a buscar un coche. Así que les recomiendo preguntarles. ¡Volveré para navidad!

ubicación excelente, habitaciones amplias, aire acondicionado funcional

La limpieza de las habitaciones necesita una mejora urgente, había pelos en las sábanas!!! Además, los pasillos son oscuros y algo inquietantes, sería genial que les dieran un poco de luz y renovación!!!

Recomendado para mochileros exigentes

Este lugar es una joya si buscas ubicación. En mis paseos, caí en un pequeño restaurante típico al lado. la comida era increíble y el ambiente auténtico. Además, el personal fue amable, ayudaron a que nuestra estancia fuera más placentera con recomendaciones de lugares a visitar.

No fue barato, pero el precio estaba dentro de lo aceptable.

Una estancia sencilla pero con encanto

El lugar tiene su propio estilo único, aunque la presión del agua en la ducha fue un reto. Aproveché la cercanía a restaurantes locales, con comida auténtica y deliciosa. Recomiendo explorar los alrededores a pie para disfrutar mejor de la atmósfera de Lisboa.

La ubicación es brutal. justo en el centro, a un paso de todo y con transporte público al alcance. El desayuno incluía pan, mermelada y un café decente. Las camas estaban reformadas y la habitación se veía limpia.

Estoy totalmente satisfecho.

está muy limpio en general, con transporte público cerca. el desayuno no es variado.

Me encantó la decoración antigua, sentí que retrocedí en el tiempo. La habitación era amplia y cómoda, con sábanas limpias. El ambiente es tranquilo, ideal para descansar. Además, disfruté del café del desayuno. Definitivamente regresaría. 😊

Buena ubicacion y encanto

Me quedé 3 noches, y la verdad es que la ubicación es top, al alcance de todo. La recepción fue genial, la chica era muy simpática y siempre dispuesta a ayudar. Tenía un aroma a canela que me encantó. La comida del desayuno estaba bien, aunque un poco básica. Eso sí, el olor en las habitaciones no era muy agradable.

Me alojé en la Pensao Nova Goa y disfruté de su encanto antiguo. Las habitaciones tienen un carácter especial que evoca otra época. La decoración es nostálgica, y la sensación de estar en el pasado es bastante agradable. La ubicación es conveniente. se puede acceder fácilmente a muchos sitios turísticos. Sin embargo, enfrenté varios problemas. Al llegar, mi habitación no estaba completamente limpia, había algunos detalles que dejaban que desear, como pelos en las sábanas. La cama era un poco incómoda y sentí que las instalaciones eran algo viejas. El desayuno era bastante básico, solo algunas tostadas y café, sin opciones dulces. Me gustaría que mejoraran la atención a la limpieza.

La ubicación del lugar es inmejorable. A un paso de la plaza Figuera y Rossio, ideal para pasear. Me gustó que el baño estaba bien renovado y la cama era cómoda.

me sentí muy atendido, no he tenido ningún inconveniente

El encanto de principios del siglo XX se siente desde que entras. Los pasillos altos y estrechos, junto con la decoración que recuerda otra época, le dan un aire histórico que no se encuentra en muchos lugares hoy en día.

Aparcar fue un verdadero dolor de cabeza. No solo costaba 15 € al día, sino que el acceso al parking estaba a 15 minutos a pie, lo cual es un fastidio, sobre todo viendo el ambiente en las calles cercanas. La habitación, aunque reformada, estaba algo oscura y presentaba limpieza mejorable, con pelos en las sábanas y un olor desagradable que hacía difícil relajarse. El desayuno era bastante básico y el café simplemente no pasaba.

La habitación era bastante grande y la limpieza estaba muy bien. Sin embargo, el baño dejaba un poco que desear, en comparación con otros lugares. Lo bueno es que teníamos camas cómodas y el ambiente del hotel tenía un aroma a canela que me gustó. Aunque el desayuno era básico, el café estaba rico. Me sentí bien en general, pero hay que decir que es un lugar muy sencillo y le falta mantenimiento en algunas áreas.

La habitación que tuvimos fue cómoda, aunque había algunos inconvenientes como la falta de enchufes en lugares accesibles. Sin embargo, lo que más disfruté fue la cercanía con sitios como la Iglesia de San Roque y la Plaza del Rossio, donde pude caminar y explorar la ciudad sin problemas. El desayuno era bastante simple, pero al menos teníamos lo básico para empezar el día.

La ubicación es excelente, justo enfrente de la parada del tranvía 28. Las camas no eran cómodas, con muelles que se notaban demasiado.